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Visitar la Capilla Brancacci

por | Qué ver en Florencia

La Capilla Brancacci, ubicada en la ciudad de Florencia, es uno de los tesoros artísticos más importantes de Italia. Situada en la iglesia de Santa María del Carmine, esta capilla es conocida por sus frescos, que son un testimonio excepcional del arte florentino del siglo XV.

El acceso a la Capilla Brancacci se realiza a través de una entrada que conduce al claustro de la iglesia de Santa María del Carmine. El claustro, que data del siglo XIII, es una joya arquitectónica en sí misma, y es el lugar perfecto para empezar la visita a la Capilla.

Qué ver en la Capilla Brancacci de Florencia

La Capilla Brancacci, construida en el siglo XIV, fue encargada por la familia Brancacci, una de las más influyentes de Florencia en esa época. Los frescos, realizados por el pintor Masaccio y su discípulo Masolino, representan escenas de la vida de San Pedro y de San Juan Bautista, y son considerados como una de las obras maestras del Renacimiento italiano.

La técnica utilizada por Masaccio, conocida como perspectiva lineal, revolucionó el arte de la época y tuvo una gran influencia en artistas posteriores como Leonardo da Vinci y Miguel Ángel. Los frescos de la Capilla Brancacci son una muestra de la capacidad de Masaccio para crear figuras con volumen y profundidad, y para capturar la emoción y la expresión en el rostro de sus personajes.

La Capilla Brancacci también cuenta con frescos de Filippino Lippi, que datan del siglo XV. Estos frescos representan escenas de la vida de San Pedro y San Pablo, y son una muestra del estilo renacentista tardío.

Los maestros Masaccio y Masolino da Panicale

Masaccio y Masolino da Panicale fueron dos pintores italianos del Renacimiento que trabajaron juntos en la Capilla Brancacci de Florencia en el siglo XV. Ambos contribuyeron a la creación de algunos de los frescos más importantes de la Capilla.

Masaccio es considerado uno de los grandes genios del Renacimiento italiano y su técnica de perspectiva lineal revolucionó el arte de la época. Masolino, por su parte, es conocido por su estilo elegante y sofisticado, y por su habilidad para crear figuras con gran realismo y detalle.

Ambos artistas dejaron una huella indeleble en la historia del arte y su legado continúa siendo estudiado y admirado hasta el día de hoy.

El maestro Filippino Lippi

Filippino Lippi fue un pintor italiano del Renacimiento que trabajó en la segunda mitad del siglo XV y principios del siglo XVI. Era hijo del también pintor Fra Filippo Lippi, y creció en el ambiente artístico de Florencia, donde fue discípulo de Sandro Botticelli.

Filippino es conocido por su estilo elegante y refinado, y por su habilidad para crear figuras llenas de gracia y belleza.

Trabajó en varias ciudades italianas, incluyendo Florencia, Roma y Nápoles, y dejó una gran cantidad de obras de arte, incluyendo frescos, paneles y retablos.

Filippino Lippi es considerado uno de los grandes maestros del Renacimiento italiano y su legado artístico continúa siendo apreciado y estudiado en la actualidad.

Entradas a la Capilla Brancacci ticket y tour

La Capilla Brancacci es uno de los lugares imprescindibles de Florencia para los amantes del arte y de la historia. La belleza de los frescos, combinada con la tranquilidad del claustro y la majestuosidad de la iglesia de Santa María del Carmine, hacen que la visita sea una experiencia única y enriquecedora.

Además, reservando aquí la entrada a la Capilla Brancacci podrás acceder a los andamios habilitados para admirar de cerca los frescos y no perder detalle de la belleza de esta obra magistral.

Si estás en Florencia, no puedes perderte la oportunidad de visitar la Capilla Brancacci. Es un lugar que te dejará sin palabras, y que te hará apreciar aún más la riqueza y la belleza del patrimonio cultural italiano.